No se por qué estuve de acuerdo en visitar este restaurante para el cumpleaños de una amiga ayer, si ya es bien sabido que el hard rock hotel, a pesar de lo deslumbrante de su decoración y lo impecable de sus instalaciones, es un establecimiento totalmente improvisado y desorganizado, que a pesar de haber abierto con casi un año de retraso, todavía no logra poner en marcha el total de sus operaciones. Ya en una previa experiencia en la organización de un evento en uno de sus salones había podido constatar que nadie, ni el personal ni los supervisores tienen la más mínima idea de lo que están haciendo, sin embargo mi amiga estaba muy entusiasmada con la idea de visitar este lugar y fuimos en grupo. Nos sentamos en el lounge donde prestan tanto servicio del bar, como del restaurante, y ordenamos bebidas y varios platos del menú, sumando una cuenta de casi 300$. El pedido fue hecho a las 8:30pm y a las 10:30pm, tan sólo habían traído las bebidas y dos pizzas de microondas de esas que venden en el súper a 4$, pero que acá por ponerles tres checheritos encima las cobran en 12+. En esas dos horas nadie se acercó a ofrecer explicaciones o a advertir la demora, cuando preguntamos, uno de los tantos meseros que nos atendió (porque parece que aquí la modalidad es que siempre se acerca a la mesa alguien distinto que no tiene idea de lo que se le había pedido al anterior) nos dijo que no había suficiente personal en la cocina (en serio? un domingo en la noche a la hora de la cena?) y como ni siquiera habían empezado a preparar nuestras órdenes en esas dos horas, decidimos cancelar y pagar sólo lo consumido. El supervisor que nos realizó la cancelación lo hizo con un carón y jamás nos trató de dar disculpas o de hacer sentir mejor. Al final nos gastamos 100$ en un par de tragos y en dos pizzas de microondas, que me parece excesivo. No se si a los turistas los tratarán igual de mal, pero si siguen así seguro que van a quebrar. Lástima es un desperdicio de lugar.