Me he vuelto asiduo de este restaurante. Aquí sirven la mejor pizza de Panamá. Siempre tienen especiales de pastas para los almuerzos. Pedimos una lasagna, un penne con pollo y una pizza. Todo estaba rico. Las pastas nos sorprendieron, de sabores muy auténticos y textura al dente. Y la pizza, deliciosa!!! Les recomiendo también los Arancini de Ragú, los pedí pero no tenían. Así que regresaré por ellos. Servicio personalizado por su propietario Pietro quien nos recomendó de postre el Pannacotta, buenísimo! Altamente recomendado.