Fui a almorzar sin ninguna idea previa de qué era lo que podía esperarme, salvo el hecho de que era de comida española por ver el menú en su página web. Comentaré y evaluaré la taberna como un lugar para comer. Ordené una sopa de garbanzos con chorizos que estaba bien, ni fuera de serie ni mala pésima, simplemente bien. Las papas bravas estuvieron igual, no pésimas pero nada fuera de este mundo. El servicio brindado fue inaceptable. Me senté, ordené mi comida y la misma demoró, lo que yo considero, una eternidad para algo tan sencillo. No concibo que una sopa de garbanzos y chorizo demore 20 minutos en ser servida, ni que unas papas bravas demoren 30 minutos. Además, el mesero me sirvió agua, me tomó la orden y desapareció hasta cuando trajo la comida. Y luego de eso volvió a desaparecer hasta que terminé mis papas bravas y se llevó todo de la mesa. Para rematar, luego de comer le pedí un refill de agua (no me lo trajo desde la 1ra servida y al momento de comer yo ya no tenía agua) y demoró otros 10 minutos en traerme mi agua. Y para cerrar con broche de oro, después del agua, desapareció (literalmente pude irme sin pagar, pero no lo hice por moral y deber ciudadano de pagar lo consumido). No sé si el servicio fue así por estar en la terraza en lugar de adentro (la preferencia de la mayoría de los comensales que había) pero esto no es excusa. Tampoco lo es la cantidad de gente que había allí. Muy decepcionado con el servicio. El ambiente, poco y nada en general: la terraza con su TV y abanicos apagados (otro punto negativo al servicio) y adentro la acústica no es buena para comer. Insisto en que mi comentario es estrictamente para comer. Pude ver (esto antes de comentar y luego de comer) que el lugar es bueno para tragos y demás. Pues mejor que se limiten a eso, porque para la comida no es para nada recomendable gracias a la experiencia que tuve con su servicio.