Ambiente de primera, a tal punto que mantienen un codigo de vestimenta en el cual tuve que ir a mi casa a ponerme zapatos cerrados, muy cuidadosos en ese sentido, desde que llegas se siente el ambiente reservado elegante y cuidado de un restaurante de tantos años de trayectoria , desde cuando estaba en avenida balboa, un lujo. Ir a cambiarse para ir a este restaurante vale la pena y es un incentivo en panama que se haga esto, el servicio esta cuidado, el Sr.Manuel nos atendio de una manera jocosa pero a la vez elegante sin rayar en lo monotono, buenas recomendaciones y todo al tiro. La comida si deja bastante que desear en el sentido gastronomico, todo de buenos sabores pero CERO innovacion, me senti comiendo en los 80s, sabores balanceados pero quedados en el tiempo. Buena opcion para impresionar a alguien o cerrar un buen negocio, para amantes del buen comer, pensar otra opcion.