Tuve la oportunidad de visitar este restaurante como parte de un evento corporativo, por lo que las opciones que ofrecieron eran limitadas (por elección de los organizadores). Sin embargo, puedo decir que lo que probé estuvo bueno y que el ambiente era muy bonito con buen servicio. Tal vez vale la pena regresar de noche ya que, al igual que el resto del Casco Viejo, se disfruta más de noche.