Cambiaron la presentación de los calamares al ajillo de entrada. Esta vez lo trajeron en un plato chato y no en su platito hondo de siempre. No me gusto el cambio ya que los calamares llegaron secos. El brócoli gratinado sigue estupendo igual que su spaghettini a la puttanesca. Buen servicio pero para almuerzo abren a las 12 en punto y no están preparados para atender de inmediato.