Tiempo sin comer aquí, fuimos en grupo para comer el tradicional plato de degustación que siempre pedimos desde hace año cuando lo comíamos en la castellana o el rosal, todos quedaron satisfechos con la comida, pero en mi caso considero que la calidad y el sabor ha desmejorado, todavía sigue siendo bueno pero no lo esperado, pedimos unos rollos primavera (lumpias) que les hacia falta algo de sabor ya que era muy simple, adicional pedimos unas empanaditas que si estaban exquisitas, el local elegante y con un toque moderno, la atención si dejó mucho que desear... solo voy a hacer referencia a lo más grave que ocurrió, no habíamos terminado de comer y se acercaron en dos oportunidades para preguntarnos si se podían llevar los platos, algo que es incomodo cuando uno esta disfrutando una comida, en mi caso no creo que vuelva a esta ubicación, quizás pueda probar en San Francisco para ver si es diferente.

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