Para dar una opinión imparcial tendría que dividir la degustación del servicio. El ambiente bastante sencillo, todas las mesas sin recoger y el aire acondicionado no se siente (vaya con franela sin mangas, de lo contrario el lugar se le convertirá en un sauna como me ocurrió). No sé si es porque no soy de esa etnia pero el plato principal nos llegó 1 hora y 20 minutos después (aclaro que las familias hindúes que llegaron después que nosotros degustaron sus platos 30 minutos después de llegar). La comida sí fue otra historia, de entrada unos trozos de filete de pescado apanados con salsas de Tamarindo y otra de yogurt con espinacas deliciosas. De plato fuerte el cordero en salsa de curry y otro en salsa de pepitas de marañón exquisito. El filete de pescado con hojas de curry y leche de coco de muerte súbita. Uno de nosotros se quedó sin degustar su cordero en salsa de espinaca ya que 45 minutos después de ordenar se nos informó que no tenían (de muy mal gusto y terminó comiendo una combinación de los platos de los demás comensales). Difícilmente regresaría a dicho establecimiento a pesar de su buena comida.

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