Este restaurante es cuestión de gustos. Fijo mi paladar no es el libanes, sin embargo las porciones, la calidad y la atención son excelente. Pedimos mesa libanesa, lo que me gustó fue el hummus, las hojas de uva y el falafel de las entradas, el arroz con almendras delicioso y la bandeja mixta de carne exquisita. Las cremas no estaban malas pero no eran mi gusto asi que las deje todas. De postre nos dieron de cortesia de la casa noche libanesa frita y te negro. Por lo demas le doy 20 de 10 a la atención y el ambiente muy relacionado con el tipo de comida que ofrecen.