Pedimos la mesa Libanesa que estaba muy buena. El servicio con poca sonrisa y las camareras parecian todas cansadas y aburridas...una de ellas se paso unos buenos 20 minutos apoyada a una mesa desocupada mirando la TV. Habia un Senor que parecia el Chef que estaba muy ocupado en atender una mesa de clientes que parecian ser los solos en el restaurante..en definitiva ... si quitamos el servicio desanimado el lugar es muy bonito y la comida muy buena.