Este restaurante tiene una muy buena ubicación en la Ciudad del Saber, al lado del hotel Holiday Inn. Todos los platos que ordenamos tenían muy buena preparación, gusto y presentación, las croquetas de jamón serrano y patatas bravas (con un alioli en su punto de ajo), mejillones a la mediterránea (en una jugosa salsa con albahaca, no común en España, pero muy acorde con el gusto mediterráneo) y langostinos en exquisita salsa de maracuyá. El servicio es deficiente, el salonero nunca esbozó una sonrisa. El ambiente es muy bueno, en el interior hay música tranquila donde se puede tener una reunión de trabajo, y, en la terraza, música para tomarse unos tragos.

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