Una buena opción para comer pollo asado en medio de San Francisco, sobre todo después de hacer ejercicio en la tarde. La comida es buena y los acompañamientos mejor (buenas porciones también). El servicio es muy amable y rápido. Necesitan mejorar los puestos frente a la parrilla ya que les pega el calor, o cambiar la parrilla de lugar.