No es un restaurant en si por lo que hay que considerar otros criterios para calificarlo. Es un sitio ideal para pasar un rato con algún amigo(a), sin prisas. Me encanta para desayunar, la variedad de pastelitos y empanadas es muy buena, siempre recién hechos. Para un almuerzo rápido recomiendo las sopas y la gran cantidad de emparedados, creo que es el mayor listado en Panamá. El personal es atento y no se puede mal calificar a esas chicas que sólamente lo que hacen es acercar lo que se pidió a la mesa, lo hacen con cortesía y premura. El paseo obligado que se hace por la parte de los productos que venden es una delicia, se encuentra allí de todo, así que no sólamente se resuelve la comida del momento, sino que también una o dos más con la cantidad de cosas que se pueden llevar. Lo crítico es el estacionamiento, muchas veces no hemos podido encontrar puesto y nos hemos tenido que ir sin entrar. Supongo que esto le pasa a mucha gente. Los precios son razonables