Es un restaurante de comida vegana y vegetariana, cualquiera que piense que ese tipo de comida no es rica está 100% equivocado. Literalmente te sientes en casa. Todos son muy amables y la comida siempre es fresca. Las porciones son buenas para lo barato que es y jamás he sentido pesadez aunque coma hasta que no pueda más. Los dulces de allí son BUENÍSIMOS y siempre recomiendo que prueben los nachos veganos (el queso de almendras que hacen allí es delicioso). El lugar no posee mucho espacio de estacionamiento lo cual podría ser algo molesto pero es fácil llegar caminando :) muy muy recomendado!