El ambiente, la música, el servicio, la comida...sentí que volví al Paraíso. Esta vez, ordené un Café Thai, deliciosa mezcla de leche de coco con café de nuestras montañas chiricanas. Seguido un Chile con Carne, preparado con café y chocolate, servido con delgados y crujientes patacones. Y de último, un helado de taro, atrevido pero sensual para el paladar. Volveré para probar otras de sus exóticas creaciones culinarias. Bien recomendado. Tienen wi-fi gratis y puedes venir con tu mascota. Seguramente, también les gustará el Paraíso.