Muy agradable la sentada, la terraza, de noche tiene un buen ambiente y clima fresco. Se aprecian las luces de los diferentes edificios. El servicio, es esta ocasión fue muy bueno, aun con el restaurante medio lleno, nuestra mesera fue super atenta y acomodaba cada solicitud con una sonrisa. La comida, mmm, buena si, pero no estaba al nivel de siempre. Los rollos no te caben en la boca, a mi no me molesta, pero mis hijos terminaron desbaratandolos. Mi sashimi estaba delicioso, siempre quedo c hambre, ojala hicieran una porcion un poco mas grande, aun cuando cueste mas. Seguro regreso.