Nos sentamos en la terraza a contemplar el atardecer donde el ambiente es muy relajado y acogedor. El servicio que nos dio el mesero Jonathan fue A+, servicial, sonriente y conocedor del menú, preparado para brindar recomendaciones según su experiencia en cuanto a la acogida de los clientes por los platillos. Finalmente la comida muy rica y bien presentada, además de salir rápido.