La comida es realmente buena. La pizza especial calicanto es sumamente curiosa, atractiva, y Fresca; una combinación inesperada y muy grata; muy recomendada por la frescura de la ensalada, en particular por la burrata, y la cantidad perfecta de aderezo. Las porciones de pizza también excelentes. La lasaña estuvo muy buena. Pero como no todo lo que brilla es oro, el lugar es chico, y el uso del horno en base a leña produce un picor/ardor en los ojos bastante incómodo, el cual, encerrado con el aire acondicionado deja un olor desagradable impregnado en la ropa incluso por varias horas luego de salir del sitio. Por otra parte, el servicio es en extremo lento, incluso para el típico y sencillo vaso de agua inicial o traer cubiertos. Pasamos entre 30 y 40 minutos completamente desatendidos, sin bebidas ni entradas ni ninguna otra atención.

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