Fui de nuevo hace 3 semanas para el día del padre y a pesar que estaban llenos, el servicio estaba bastante bueno. La sangria roja es más sabrosa que la blanca. Las entradas riquísimas a pesar que los escalopes me los trajeron fríos y duros. Las almejas y los hongos al ajillo son riquísimos. Nos decepcionaron los platos fuertes en especial los pescados, no tenían sabor. Los postres muy ricos, en especial el brownie con helado.