Lugar pequeño pero acogedor. Tienes que sentarte donde haya espacio. Me tocó afuera en una terrazita bonita pero los que sufren de calor no recomendado. No hay estacionamiento pero muy amablemente lo estacionan en un lote vacío o te dicen donde estacionar. La atención es excelente pero los domingos muy demorados y es por los muchos pedidos a domicilios que percaté. Sobre la comida la pizza son caseras, delgadas y ricas pero hay mejores. Te dan la opción de pedir mitad de un sabor. La sopa de tomate muy diluida no a mi gusto. Lo mejor la lasagna de platano y berenjena a otro nivel. Y tambien sabroso el risotto con langostino. Regresaría a probar otros platos.