El lugar está muy lindo y acogedor, pero fuimos un día en el que se lleno demasiado y apenas llegamos, nos anotaron de primeros en una lista y la lista se alargaba cada vez más después de nosotros. Luego de allí esperamos 30min hasta que una mesa se desocupó. Desde ese momento veíamos a un par de meseros que no daban abasto y la mesa que desocuparon quedó así por 20min más hasta que mi pareja y yo nos cansamos y decidimos sentarnos sin que nadie nos avisara, justo en ese momento uno de los meseros nos dice que si estábamos anotados y le dijimos que fuera a ver la lista mejor. Ya era el colmo, todos los que estabamos esperando veiamos esa mesa vacia por tanto tiempo y nada. Como sabíamos que nos tocaba decidimos sentarnos sin avisar. De allí en adelante era batallar con los meseros para que atendieran. Como estaba lleno, ya casi no habían postres.