Este lugar es magico y mistico, lleno de detalles, historia y un concepto unico que hace la experiencia se eleve a otro nivel. El personal sumamente servicial y atento. La comida es exquisita e innovadora, nada parecido a ningun otro lugar de panama, los datiles son una locura, los roles son una delicia, y los postres ni se diga, sobre todo el tres leches y la torta de pan. La cocteleria tambien es unica, variada e increible. Lo recomiendo con los ojos cerrados, es de esos lugares a los que llegas y puedes pasar horas y no te quieres ir.

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