Si quiere degustar la auténtica sazón de la comida vietnamita, en particular del norte del país, éste es el lugar al que debe acudir. El rollo fresco con camarones es preparado a la perfección y muy bien adornado en su presentación, con una fina envoltura de papel de arroz que permite ver todos los ingredientes que lo componen; la única observación que tenemos que hacer es que la lámina de arroz no estaba tan fresca como puede ser, probablemente porque los rollos tuvieran varias horas de preparación. El Pho de carne estaba delicioso, con caldo de mucho sabor, lo cual han conseguido ciñéndose lo más cerca posible a la receta original, que, entre otros, incluye la tradicional hierba de limón, tan utilizada en la cocina tailandesa y vietnamita. Por último, ordenamos un plato de fideos, igualmente gustosos. Ofrecen la cerveza Saigon y el muy tradicional café con leche condensada. En Vietnam, este café se sirve en una altura de doble taza, en la que la superior hace las veces de un colador de acero inoxidable y la inferior es un vaso que recibe el café que gotea sobre la leche condensada; no lo pedimos en esta ocasión, así que no pudimos comprobar si tienen los utensilios que permiten la misma preparación. El local es sencillo, pero amplio, como suelen ser muchos de este tipo en el sector de El Cangrejo. La atención fue buena y se esmeran en explicar en qué consisten los diferentes platillos y la forma de consumirlos.

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