Fui a comer por primera vez. Aunque me habían hablado muy bien de Casa Alejandro, se quedaron cortos: sencillamente, excelente!!! Comparti un pulpo a la gallega y de plato fuerte, rabo de toro. Todo regado con un buen rioja de la casa y un cortado bien hecho al final. Nos regalo un chupito de hiervas. Soy español y pocas veces he comido un rabo de toro como ese. Tienen cerveza de grifo y saben tirarla. El trato es muy cordial y te sientes de maravilla. Logicamente, el local lleno. Sin duda, volveré muchas mas veces.