La primera vez que fui a este restaurante realmente no me impresionó, ayer fuimos por segunda vez y probablemente por última. Primero que todo pedimos una mesa para 25 personas y nos dieron una mesa en la que 18 ya estabamos apretados. El servicio muy lento y poco amable. De comida pedimos: empanadas de ribeye (buenas), fish tacos (normales), hamburguesa humo (aceptable) y una entraña (muy mala, ni parecía entraña), la verdad es que me sorprendió y no positivamente. Los tragos estaban buenos y el ambiente también pero su comida no tiene nada que ver con la calidad que estoy acostumbrada a recibir en los otros restaurantes del mismo dueño. Mucho pero mucho que mejorar.