La comida es muy rica, pero el servicio es francamente malo llegando a ser casi ofensivo. Fui con mi familia un domingo al mediodía, a buscar comida para llevar y llegando al lugar me sale un señora haciendo señas de forma grosera de que si iba para allá porque iba entrando al estacionamiento LIBRE que estaba justo al frente, le dije que sí, pero se quedó allí un rato con actitud hostil. Mi hija entra a hacer al pedido y en un rato sale otro señor (todos ellos fueron chinos) e igual se queda mirando al carro, a mi y a mi otra hija de manera hostil. Visto esto, entro y le digo a mi hija en voz alta 'mejor compramos en otro lado, porque nos están mirando mal' a lo que mi hija responde que ya pidió. Me regreso al carro a esperar y me dice mi hija que al entrar, a pesar de que ella manifiesta en su fisonomía que somos descendiente de orientales, la miraron 'raro' y que el pedido, cuando estuvo, lo tiraron en la mesa y si no pregunta se queda ahí. En fin, xenofobia contra panameños en Panamá. Muy mal.