Fue una aventura de principio a fin, al llegar nos esperaba una Luna llena que "flotaba" sobre la piscina sin fin. Una vista espectacular de la ciudad y la bahía, una aventura visual. Los lugares donde habían mesas no nos permitían apreciar la vista, por lo que nos colocaron una, exactamente donde queríamos! Y la brisa y el ambiente crearon una aventura familiar. Visitamos el lugar durante la Burger Week, y la hamburguesa no nos decepcionó. Fue una aventura al paladar, se podía percibir que cada ingrediente fue preparado de manera cuidadosa e individual. El tomate tenía una preparación diferente a la lechuga, diferentes a la carne y así el pan, las salsas... Todo! Definitivamente una experiencia a repetir.