Vine con mi Mamá la noche de martes de carnaval y nos fue muy regular. Personal de la cafetería PÉSIMAMENTE entrenado, groseros y con cero tacto a los clientes. La comida estuvo ok. Pedí un club sándwich con papas que estuvo bien y mi madre pidió un wrap de pollo que según ella la lechuga se sentía vieja. De postre van 3 ocaciones consecutivas que he salido espantado, así que ni pensé en pedir nada. No entiendo cómo siendo un lugar tan querido por los panameños desde hace tantos años se hayan descuidado de esta forma!