Fuimos una noche y era tan buena que regresamos la misma semana. Probamos arancini sabrosos, una entrada siciliana que casi nunca se encuentra acá en panamá. Las pastas y salsas obviamente hechas en casa. Mis favoritos - la lasagna de berenjenas, la lasagna a la bolognese, y el rigatoni horneado. El lugar parece en bello hogar clásico de los años 30. El servicio por la familia/dueños es impecable. Hay bastante estacionamiento afuera.