Una excelente opción en Clayton, si se trata de panadería. La calidad del croissant recuerda a los de las pequeñas panaderías de los barrios franceses; los distintos pastelillos son muy gustosos; los jugos son muy sabrosos, aunque pequeños; para desayunar, probamos el Shushaka poché, simplemente exquisito. La disposición del local es incómoda y las mesas no son suficientes para la clientela, por lo que, de no encontrar lugar, es mejor ordenar para llevar.