Un lugar muy agradable con un menu bastante diferente. Sirven platos tipo "brunch" que se pueden disfrutar a cualquier hora. Fuí con la idea de probar los huevos Benedictinos y estaban riquísimos. El lugar es pet friendly y puden llevar a sus amigos peludos. La atención muy buena y rápida. Si buscan donde pasar una tarde o noche agradable definitivamente se los recomiendo.