La entrada por fuera un poco confusa pero una vez dentro muy agradable local. La anfitriona muy elocuente y amena explicando un concepto de comida panameña original. Las.entradas recomiendo el pastelito APC comomdicen relleno de arroz poroto y carne con una salsa de platano muy buena...el tiradito un poco fuerte en la acidez del maracuyá. Sirven sancocho y como side arroz blanco aparte. La entrada bien condimentada y al término solicitado. Las frituras de pescado empanizado absorbió mucha grasa a mi gusto. Y el tamal de olla aunque con exquisito sabor me faltó mi pollo o puerco que lo acompañase a pesar de que al final era vegetariano con todo y el mafá alrededor que no mantuvo su carácter. Los postres solicitados con elevada acidez en cuanto a lo cítrico...el helado de albahaca presenta muy fuerte sabor que no se logra culminar aun acompañado del crujiente de miel por tazón.