Saril se presenta como una excelente opción para almorzar en nuestra ya congestionada y saturada metrópolis gastronómica. Con una atención 5 estrellas digna de un excelente hotel pude disfrutar de una comida genuina y muy agradable. Esta vez probé la entraña con puré de papas, la carne al punto, muy suave y excelentemente presentada. El chimichurri estaba complejo en aroma y textura y le daba ese kick final a la carne. El salad bar está bien completo tiene mucha variedad y elementos frescos, indispensables para realizar una buena ensalada personalizada. Frutas picadas de postre un unos mini flans cerraron con broche de oro un rico almuerzo. Definitivamente si estas en la zona y quieres buena atención tranquilidad este es definitivamente el lugar.