En mi segunda visita a Los Tarascos me causó gracia descubir que lo que yo llamaba un gran vaso de horchata en realidad era Agua de Horchata y por eso estaba siempre tan líquida. Pedí tacos al pastor que me gustó mucho porque estaba jugoso.
En mi segunda visita a Los Tarascos me causó gracia descubir que lo que yo llamaba un gran vaso de horchata en realidad era Agua de Horchata y por eso estaba siempre tan líquida. Pedí tacos al pastor que me gustó mucho porque estaba jugoso.
Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora