¡Amo este lugar! Tiene excelente comida (sus hamburguesas son absolutamente deliciosas), y los postres están de muerte lenta. No tienen un menu tan variado, pero si es super rico; sus papas de camote están buenísimas. El ambiente es super divertido, pues es acogedor y lindo, y tienen una selección de juegos de mesa para entretenerte mientras te tomas un cafe. El único inconveniente es a la hora del almuerzo, donde se llena mucho y las mesas son un poco pequeñas y están un poco pegadas debido al tamaño del lugar; pero en las tardes es tranquilo, comodo y super relajante.