Fuimos mi esposo y yo sin expectativas, y hallamos un sitio lleno (para ser un sábado a las 2:30pm). Sitio lleno para mi es una excelente señal... quiere decir que algo bueno hay allá adentro. Nos recibieron con un delicioso caldo. Quedamos con ganas de más... Pedimos dos entradas. Una de ellas: unos hongos con papas y langostinos en una salsa de vino oporto y trocitos de jamón iberico (creo), glorioso! Quedamos sorprendidos! Casi la memos el plato! La otra entrada eran unos espárragos con delicioso manchego derretido, tremenda combinación! Ya para este momento sabíamos que este sitio es una minita de oro! De plato fuerte pedí una paella... créeme que después de haber probado las entradas yo estaba dispuesta a esperar lo que tardara en hacerse! Y cuando llegó no me decepcionó! Deliciosa y "cargada"... no es de esas paellas que te dan en otros lugares donde no le echan casi "checheres" dentro. Hermosamente decorada también! Para colmo pedimos cafés, y sí se demoraron un poco, cosa que nos extrañó muchísimo de nuestro waiter (porque el servicio estuvo muy bueno en todo momento, muy atento, diligente y rapido)... cuando nos sorprenden trayendo un plato decorado con nuestras "caricaturas " hechas en sirope de chocolate y deseandonos BUEN PROVECHO!!! Casi muero!!! Que belleza!!! Amo que la atención haya sido tan buena, amo que la comida estuvo tan buena! Son los detalles los que el cliente se lleve y recuerde, y hacen que te sientas que no eres uno mas del montón, sino únicos! El mismo chef salió a saludar y saber cómo estaba todo, y hasta el final seguían las sorpresas porque nos ofrecieron un shot de un licor de café (cuyo nombre no recuerdo, lo siento) que estaba demasiado delicioso. ..considerando que yo no bebo licor! Verdaderamente marcaron una diferencia. Buen ambiente, buena música española, clientes españoles (eso quiere decir que sí sabe auténtico), buena comida, buen servicio; BUEN TRABAJO!!!!

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