Regresamos para un almuerzo de trabajo. Este lugar es impecable. El ambiente y el servicio muy buenos, y la comida extraordinaria. Probamos de entrada las por siempre soñadas Almejas Venecianas, deliciosas! También pedimos uno de los especiales del día, Burrata fresca, acompañada de tomate y albahaca, en aceite de oliva; donde acaban las palabras. De platos fuertes: Ravioli Duo de Salmón, Ravioli de Zapallo con salsa de salvia, Spaghetti a la Nona y Spaghetti Marichelle. Para cerrar con broche de oro, helado con chocolate blanco y fresas. La gloria!!! Volveremos!!