Este es un lugar cuyo mayor atractivo está en su ubicación. En la Calzada de Amador o Causeway, con vista a la ciudad y con algunos yates al frente, todo al aire libre. Lo malo es que tan linda vista nocturna y la rica brisa sea ambientada con una música a tan alto volumen. Sé que el ambiente es relajado y para tomar algunas cervezas, pero te cuesta escuchar las conversaciones, y tampoco es que sea una discoteca. El servicio es atento y no demorado. Para mi que la decepción estuvo en que mis amigos pidieron unas picadas y yo una orden de yuca frita que sirvieron encima de los mariscos que traían una salsa criolla, así que todo quedó impregnado. Puede que a algunos les guste, pero para mi no fue un buen detalle.