Un restaurante de franquicia que ha decaído mucho. Vine el domingo del superbowl y obviamente había bastante gente, sin llegar a estar súper lleno. Al llegar nadie nos recibió y prácticamente nos sentamos por nuestra cuenta. 5 minutos más tarde nos tomaron el pedido y pedí una soda que no trajeron, y tampoco nos sirvieron el agua, así que procuren no venir con mucha sed. 15 minutos después me trajeron la soda. Pedí un sándwich de pollo "chicken finger blt" y después de 20 minutos me trajeron chicken fingers, lo que significó devolver el plato y esperar nuevamente. Al menos la ensalada que pedí estaba decente. Y la mesera pidió disculpas por el error... Punto a su favor... No creo que regrese...