Este restaurante está en mi lista de preferidos. El ambiente no tiene comparación y aunque el servicio hay días que es mejor que otros, la comida, su sabor y calidad son bastante constantes. De entrada nos enloquecen las alitas thai, con esa salsita con toques agridulces y un leve picantito. De plato fuerte, carne chiricana, nunca falla, con salsa bernesa o de pimienta. Para acompañar, con una ensalada mixta. Ah y aquí también preparan mi siempre favorito Mojito Wuanchu! Los postres los guardamos para otro día.